Museo del Tranvía
Oporto (Portugal)
Uno de los atractivos turísticos más típicos de Oporto es su tranvía, que lleva funcionando más de un siglo. En el Museo del Tranvía de Oporto, situado en una antigua central térmica, han preservado los vagones más representativos.
INTRODUCCIÓN
Hasta la invención del asfalto y de los neumáticos, el transporte rodado tenía muchos problemas. Los caminos eran de arena o piedra, con numerosos baches. Las ruedas eran de madera, sin suspensiones. En el mejor de los casos, podríamos encontrar en las ciudades calles adoquinadas, sin ninguna regulación de tráficos. En fin, una delicia para los viajeros y para los conductores.
La mejor solución para esto es el uso de raíles. Por un lado, son planos, por lo que no hay baches, los vehículos durarán más sin romperse y los pasajeros van más cómodos. Por otro, el coeficiente de rozamiento de un raíl (sobre todo si es de hierro) es mucho más bajo que un camino con baches, por lo que ahorraremos esfuerzo al tirar de él.
Los primeros vehículos con raíles fueron las vagonetas de las minas, hechos de madera y piedra. En el Siglo XVIII, gracias al avance en la producción del hierro, los raíles de hierro se popularizaron en otras industrias (ferrocarril). A principios del S.XIX, se hacía distinción entre los «tramways» y los «edgerail», para indicar que los primeros eran para transporte de vagonetas con material (tram significa carretilla).
Se atribuye el primer tranvía a Benjamin Outram, aunque fueron varios los que innovaron para conseguir un vehículo sobre raíles ligero y que pudiera desplegarse en ciudades (por ejemplo Alphonse Loubat, que encastraría los raíles en el empedrado de las ciudades). En cualquier caso, la primera línea con pasajeros fue la Swansea and Mumbles Railway de Gales, autorizada para llevar pasajeros en 1807.
A partir de esa fecha, el uso de tranvías de tracción animal se popularizó por todo el mundo y la llegada de la electricidad disparó el número de ciudades que incorporaron tranvías de superficie, como subterráneos.
Ya en otra ocasión hemos salido de España hacia Portugal, pero en esta nos iremos un poro más al Norte, hasta Oporto.
¿ CÓMO LLEGAR ?
Está situado en la orilla derecha del Duero, a medio camino entre el centro de la ciudad y el mar. Lo más razonable es ir en tranvía, ya que todas las líneas paran justo en el Museo del Tranvía.
.
.
Si vas en tranvía tienes además descuento en la entrada al museo.
LA VISITA AL MUSEO DEL TRANVÍA DE OPORTO
El Museo del Tranvía se encuentra en la antigua central térmica de Massarelos, que proporcionaba electricidad a la ciudad y al tranvía. Está formado por tres naves. Una contiene los tranvías antiguos, otra mantiene los equipos de control de la antigua central y la tercera nave es un depósito de tranvías, unido a la red actual.
La historia del tranvía en Oporto comienza un poco más tarde que en otros lugares. En 1872 se inaugura la primera línea de tranvía de Oporto entre Infante y Foz por la Companhia Carril Americano do Porto. Lo de «carril americano» viene de de Alphonse Loubat, que había trabajado en Nueva York y los tranvías que en Europa diseñó recibieron ese nombre.
Además de tranvías, hay otro tipo de vehículo de tracción animal que podemos ver en el museo. Se trata del «carroçao«, carro tirado por una pareja de bueyes que los lugareños pudientes contrataban para ir a la playa.
En 1893, la Companhia Carris de Ferro do Porto adquirió la CCAP y 2 años después inauguró la primera línea electrificada de la ciudad, eliminando paulatinamente la tracción animal, o de «a sangre«.
Los primeros tranvías eléctricos fueron vagones diseñados para ser arrastrados por mulos y, posteriormente por locomotoras de vapor, a los que se acopló un motor eléctrico. Éste es el caso de la serie nº22, fabricado por «The Starbuck Car & Wagon Company» y con motor eléctrico General Electric.
Otros ejemplos de tranvías, ya totalmente eléctricos, son los siguientes (por cierto, puedes acceder y montarte en casi todos):
Además de pasajeros, también hubo tranvías dedicados a las mercancías, como este curioso … en el que las pescadoras camino del mercado central dejaban sus cestos con peces y ellas se montaban en un vagón para pasajeros.
La gestión de la infraestructura ferroviaria requiere de mucho mantenimiento: verificar el correcto ancho de las vías, la tensión de las catenarias, etc.
Por la ciudad de Oporto no sólo fueron tranvías los únicos vehículos eléctricos. También los trolebuses (autobús con trole) circularon por aquí, al igual que por tantas ciudades del mundo. Los trolebuses (un invento del señor Siemens) no iban por raíles, pero tenían que ir sujetos a la catenaria, de la que recibían la electricidad.
La primera planta está íntegramente destinada a la central eléctrica que en su día daba corriente al servicio de tranvías. Aquí podemos ver los cuadros de mando, alternadores, rectificadores, volantes de inercia, etc.
Para finalizar, echa un vistazo a la tienda del Museo del Tranvía de Oporto. Es pequeñita, pero tiene puedes comprar algún recuerdo interesante.
¿ QUIERES SABER MÁS ?
Si quieres aprender algo más sobre el Museo del Tranvía de Oporto, puedes hacer lo siguiente:
- En la web del propio museo tienes información sobre los distintos vagones, productos de la tienda, etc.
- La Wikipedia tienes algo de información sobre la historia del tranvía en Oporto y siempre es un buen lugar para comenzar.
IMÁGENES
Todas las fotografías han sido tomadas por el autor de este blog, excepto las siguientes:
(1) – By Unknown author – Here, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1351902
(2) – By Zenit – Own work, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7537511
(3) – Fotografía propia, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4180646
(c) – Guía del Turista Friki – Miguel del Pino – 2016
