Museo de la Guardia Civil
Madrid
La Guardia Civil fue fundada por el Duque de Ahumada en 1844, para proteger a los ciudadanos y, desde entonces, ha estado prestando servicio en todos los ámbitos de la sociedad. Es especialmente valorada por su ayuda en todas las catástrofes y su lucha contra el terrorismo. En el Museo de la Guardia Civil se recogen todo tipo de armas, uniformes y objetos históricos de la Guardia Civil, que constituye un repaso sorprendente a la historia de la sociedad española.
Nota sobre fotografías: Todas las imágenes, a excepción de las indicadas en el apartado Referencias, son propiedad del Museo de la Guardia Civil. Cualquier reproducción requiere su autorización expresa (dg-estuhistoricos-registro@guardiacivil.org).
LA CREACIÓN DE LA GUARDIA CIVIL
La Santa Hermandad
España es un país muy montañoso, con poblaciones dispersas y muy proclive a la existencia de bandas de ladrones, golfines y salteadores, que aprovechaban los desplazamientos de comerciantes para robarles, o bien asaltar casas y lugares aislados.
Por ello, Alfonso VI de Castilla autorizó la creación en los Montes de Toledo de la primera Hermandad, llamada de la Sisla Mayor (por la zona donde actuaban). Su objetivo era defender los caminos de los innumerables soldados convertidos en bandidos que quedaron por los Montes de Toledo tras la conquista de la ciudad a los moros.
Poco a poco fueron surgiendo Hermandades por gran parte de España, hasta que la reina Isabel la Católica las unificó, creando la Santa Hermandad. Los soldados de la Santa Hermandad vestían camisa verde y, por encima, un chaleco de piel, que dejaba ver las mangas de la camisa. Por ello, fueron conocidos también como los «mangas verdes» (obviamente, la expresión «a buenas horas, mangas verdes» se debe a que no siempre llegaban a tiempo).
Los Cuerpos de seguridad en el Siglo XIX
A principios del Siglo XIX en España había muchísima inseguridad, que se vería aumentada tras la invasión napoleónica. Por su propia característica organizativa, la Santa Hermandad no podía garantizar el orden y fueron surgiendo por España policías locales sustitutivas: los Mozos de Escuadra, el Somatén, los Migueletes, los Escopeteros de Getares, los Caudillatos de Galicia o la Compañía Suelta de Castilla.
También surgieron otras policías promovidas por la Casa Real, como los Celadores (1824), las Salvaguardias Reales (1833), o la Policía Nacional del Reino (antecesora de la Policía Nacional), pero todas nacerían sin apenas presupuesto, ni atribuciones.
En 1835 se disolvía la Santa Hermandad, dejando una España en la que había multitud de policías regionales, mientras los criminales campaban a sus anchas.
Los Duques de Ahumada
En 1820, el Ministro de la Guerra Pedro Agustín Girón, I Duque de Ahumada, presentaba en las Cortes el proyecto de creación de la Legión de Salvaguardias Nacionales, una verdadera guardia nacional, que reemplazaría a todas las policías regionales y que se encargaría de garantizar la seguridad en el interior de España.
Dicho cuerpo tendría carácter militar y estaría profesionalizado, siendo sus miembros elegidos entre el personal del ejército, que tuvieran una impecable hoja de servicios. No dependería de ningún poder político, al contrario que las fuerzas de seguridad de entonces, que dependían de alcaldes, diputaciones, etc.
Sorprendentemente, todos los políticos rechazaron de plano la creación de este cuerpo y el proyecto fue abandonado.
El 28 de marzo de 1844, el Ministro de la Gobernación (Marqués de Peñaflorida) dispuso la creación del cuerpo de la Guardia Civil y le encargó la organización de dicho cuerpo a Francisco Javier Girón, II Duque de Ahumada. Éste presentó un proyecto muy similar al de su padre y fue aprobado mediante Real Decreto por el Ministro de la Guerra, Narváez, el 13 de mayo de 1844, fecha considerada como fundacional de la Guardia Civil.
Durante los meses siguientes el Duque de Ahumada fue seleccionando aspirantes, se eligió un gorro de origen francés (el tricornio) como parte del uniforme y se estableció el Reglamento Militar. El 10 de octubre de ese año, la Guardia Civil prestaba su primer servicio, escoltando a la Reina.
Un año más tarde, el Duque de Ahumada presentaba algo totalmente novedoso y que daría su verdadero carácter al cuerpo: la Cartilla del Guardia Civil. El artículo nº 1 de este código deontológico decía lo siguiente: «El honor ha de ser la principal divisa de la Guardia Civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido, no se recobra jamás.»
Las casas cuartel
Desde la fundación de la Guardia Civil, el Duque de Ahumada decidió que los guardias civiles debían vivir con sus familias en cuarteles diferenciados, en las poblaciones donde prestaran servicio. Surgen así las casas cuartel, que serían edificaciones alquiladas, sin apenas ningún orden.
Con el paso de los años y viendo la utilidad de la guardia civil, muchos ayuntamientos construyeron casas-cuarteles y los ministerios responsables del ejército comenzaron a realizar una planificación arquitectónica de estas edificaciones.
ACCIÓN SOCIAL
El artículo nº 6 de la Cartilla de la Guardia Civil que elaboró el Duque de Ahumada es todo un vaticinio de lo que se llegaría a convertirse la Guardia Civil.
nº 6 – El Guardia Civil no debe ser temido sino de los malhechores; ni temible sino a los enemigos del orden. Procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido y que a su presentación el que se creía cercado de asesinos se vea libre de ellos; el que tenía su casa presa de las llamas, considere el incendio apagado; el que veía a su hijo arrastrado por la corriente de las aguas, lo crea salvado; y por último, siempre debe velar por la propiedad y seguridad de todos.
La lucha contra los bandoleros
A pesar de que en todas las películas, series y libros acerca de los bandoleros en España, aparecen estos bandoleros como ladrones guapos, que se habían echado al monte por culpa de algún terrateniente y que robaban a los ricos para darlo a los pobres, eso es algo totalmente falso. Eran asesinos, violadores, secuestradores de niños y, además, atracadores. Hoy en día, serían equivalentes a las bandas de asaltantes de casas, que desgraciadamente salen tanto en los telediarios.
Trilogía de Goya sobre la realidad de los bandoleros: «Bandidos fusilando a prisioneros«, «Bandido desnudando a una mujer» y «Bandido asesinando a una mujer» (6)
Desde que la Guardia Civil comenzó a desplegarse por las distintas provincias, los asaltos a diligencias y carruajes disminuyeron y comenzaron las detenciones de bandoleros. El primer éxito sonado fue la desarticulación en 1849 de la banda de Andrés López, el Barquero de Cantillana, más conocido como Curro Jiménez.
En apenas unos años fueron cayendo, uno tras otro, todos los bandoleros que aterrorizaban los caminos de España: Puguerra, Torrente, Zamarra, Manco de las Cuevas, etc. Poco a poco, el bandolerismo fue disminuyendo, hasta llegar a desaparecer a principios del Siglo XX, siendo sus últimos representantes El Pernales, El Bizco de Borges, El Niño de Arahal, o Pasos Largos, que fue abatido en 1934.
En total, según nos cuentan, fueron 3.382 los bandoleros puestos fuera de la circulación.
La lucha contra el terrorismo
El primer grupo terrorista al que tuvo que enfrentarse la Guardia Civil fue la organización anarquista andaluza La Mano Negra, que estuvo actuando durante la década de 1880 en el Sur de España, llegando a cometer unos pocos asesinatos, hasta que la Guardia Civil consiguió detener a sus miembros.
En el Siglo XIX y al igual que ocurrió en muchas colonias europeas, también en Ultramar surgieron grupos terroristas, a los que la Guardia Civil tuvo que hacer frente.
Hasta la segunda mitad del Siglo XX no surgiría de nuevo el fenómeno terrorista, de la mano del grupo de ultraizquierda ETA. Más tarde surgirían otros grupos, generalmente también de ultraizquierda, como GRAPO, el FRAP, o los Comandos Anticapitalistas.
El 27 de junio de 1960 ETA cometía su primer atentado, colocando una bomba en la Estación de Amara de San Sebastián, matando a una niña de 22 meses. En 1968 la banda cometería su primer asesinato reconocido, matando al guardia civil José Pardines.
También el GRAPO cometería su primer atentado matando a un guardia civil en Madrid el 2 de agosto de 1975.
En total fueron han sido 203 los guardias civiles que han perdido su vida en atentados terroristas, aparte de los muchos que fueron víctimas de bandidos. El por qué este colectivo ha sido tan castigado, probablemente sea porque todos los criminales lo han considerado desde su fundación, como su peor enemigo.
Dos sucesos que conmovieron a la opinión pública en su época fueron los asesinatos del clan de «Los Tartajas» en 1920 y los «Sucesos de Castilblanco» en 1931, donde fueron terriblemente asesinados 2 y 4 guardias civiles, respectivamente (Imagenes anteriores propiedad del Museo de la Guardia Civil)
Ayuda en catástrofes
Desde el principio, la Guardia Civil se distinguió por ayudar a la población en casos de catástrofes. Ejemplos iniciales de ello fueron el rescate en 1848 de los náufragos de un barco inglés en la desembocadura del Guadalquivir, los innumerables fuegos que ayudaban a apagar, auxilio en caminos a los accidentados, etc.
Fueron muchos los guardias que obtuvieron condecoraciones por realizar acciones humanitarias y poco a poco el cuerpo de la Guardia Civil fue conocido como Benemérita. Este sobrenombre quedaría oficializado cuando, el 4 de octubre de 1929, se le otorgó la Gran Cruz de la Beneficencia.
El cuerpo de Carabineros
En el Siglo XIX España ya apenas tenía colonias, acababa de sufrir la invasión napoleónica y tenía una administración oxidada y obsoleta, dispuesta a todos tipo de corrupciones. En ese ambiente, el contrabando de mercancías era frecuente y la hacienda española dejaba de ingresar muchísimo dinero por esos motivos. Aunque existía un cuerpo denominado Resguardo Civil, dependiente de Hacienda, era totalmente inoperativo y los funcionarios corruptos lo manejaban a su antojo.
El 9 de marzo de 1829 se crea el Real Cuerpo de Carabineros de Costas y Fronteras, con el objetivo de garantizar el «Resguardo fiscal y aduanero». Su primer director y organizador fue el General Rodil. Este cuerpo tuvo carácter militar y pasó a depender del Ministerio de la Guerra.
Sin embargo, políticos y funcionarios maniobraron para hacerse con el control de dicho cuerpo, que, en 1933, pasó a depender de la Dirección General de Rentas Estancadas (por cierto, de ahí la palabra estanco, para referirnos a una tienda de tabacos) y cambiaron su nombre por el de Carabineros de la Real Hacienda.
A partir de entonces, los funcionarios y políticos corruptos tenían bajo su control a aquellos que tenían que luchar contra el fraude. Cualquier funcionario local podía dar órdenes a estos carabineros y muchas veces acababan estos policías haciendo recados, o inspecciones en puntos alejados de donde iba a desembarcar algún contrabando.
El Cuerpo de Carabineros, debido a su situación de primera línea participó activamente en las guerras carlistas y en 1850 pasó también a encargarse de las torres de vigilancia de costas.
En el año 1929, con motivo de su 100 cumpleaños, le fue concedida, al igual que a la Guardia Civil, la Gran Cruz de la Beneficencia.
Tras la Guerra Civil, el General Franco decidió integrar el Cuerpo de Carabineros en la Guardia Civil, pasando ésta a garantizar el resguardo fiscal.
Analizando con perspectiva la evolución de los dos cuerpos (Guardia Civil y Carabineros), está claro que lo que diferenció a uno del otro fue la figura del Duque de Ahumada y el carácter que imprimió a la Guardia Civil.
EL MUSEO DE LA GUARDIA CIVIL
Fue creado a partir de la colección de armas, uniformes y enseres de la Guardia Civil, siendo Director el general Aramburu Topete. Lo inauguró el Rey Juan Carlos el 12 de octubre de 1982, día de la Patrona de la Guardia Civil.
¿ CÓMO LLEGAR ?
El Museo de la Guardia Civil se encuentra dentro de la Dirección General de la Guardia Civil, en la calle Guzmán el Bueno 110 de Madrid. Aparte de estaciones de metro y autobús, tienes un montón de aparcamientos en la zona.
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LA VISITA AL MUSEO DE LA GUARDIA CIVIL
El Museo está dividido en zona de acceso y 3 salas. Lo más práctico es ver primero las tres salas y luego fijarnos con más detalle en la zona de acceso.
Sala de armas
Es una sala de unos 30 m2 totalmente llena de estanterías hasta el techo con todo tipo de armas. En la parte baja se encuentran las armas cortas, mientras que en la superior, las armas largas.
La altura es considerable y, dado que no hay escalera, desgraciadamente no hay forma de poder ver con detalle algunas de las armas.
La colección histórica de armas es realmente excepcional, ya que podemos ir viendo la evolución de las armas ligeras con el paso de los años. Trabucos, trabuquillos, espingardas, retacos, rifles, tercerolas, carabinas, mosquetones, fusiles, escopetas, arcabuces y subfusiles. Hay ejemplares de todos los tipos de armas largas.
La colección de armas cortas es también espectacular. No sólo por la variedad, sino por la cantidad de fabricantes españoles de armamento representados: Orbea, Ojanguren, Trocaola-Aranzabal, Llama, Astra-Unceta, o Star., todas ellas radicadas en Eibar, o Guernica.
Es muy curiosa también la colección de pistolas de fogueo, grilletes y granadas de mano.
Por último, en el centro de sala hay una colección de banderas históricas y de armas pesadas de distintas épocas y origen, destacando una ametralladora Degtiariov DP, ¡la del soldado ruso de Geyperman!
Sala de uniformes
En la sala de uniformes se encuentran distintos uniformes de la Guardia Civil y el Cuerpo de Carabineros desde su fundación, hasta nuestros días. Merece la pena ver con detenimiento los uniformes oficiales en las antiguas colonias (Filipinas, Cuba, Puerto Rico, Guinea y el Protectorado de Marruecos), los uniformes de los cuerpos especiales y la evolución del tricornio.
Sala de objetos varios
En la sala de objetos varios podremos ver dioramas, medallas, diplomas, recuerdos, maquetas, etc. Merece la pena destacar los equipos de comunicaciones y un sillón para bertillonaje.
Alphonse Bertillon, policía francés de finales del S.XIX, intentó aplicar los métodos antropológicos (que conocía muy bien, porque su padre tenía esta profesión) a la identificación de criminales, desarrollando la antropometría.
Según Bertillón, midiendo correctamente todos los datos del cuerpo de una persona, podemos diferenciarla de cualquier otra. Bertillón implantó en Francia su método (bertillonaje) y que supuso la creación de fichas policiales con todo tipo de datos y fotos del individuo en cuestión. Estos métodos fueron copiados en todo el mundo e hicieron a Bertillón mundialmente famoso.
Por cierto, Bertillon fue una de las autoridades que testificaron como peritos contra Dreyfus. Tampoco quiso nunca admitir el método de la dactiloscopia para identificar personas.
También son muy interesantes los equipos de transmisiones y comunicaciones. Se conservan algunas unidades radio que montó el Capitán de la Guardia Civil y famoso radioaficionado, José Blanco Novo. A esta persona se le encomendó la creación de la unidad de transmisiones, después de haber montado la primera emisora móvil en España y haber realizado un viaje muy mediático de Galicia a Madrid, donde fue recibido por el Rey Alfonso XIII.
Acceso y entrada al museo
Una vez visitadas las salas principales, al salir del museo, podremos fijarnos en las escaleras y hall de acceso, donde se encuentran los retratos de todos los Directores de la Guardia Civil (sí, incluido el que estás pensando; pero no es fácil localizarlo 🙂 )
Además de los cuadros y bustos, también hay más vitrinas con armas de diverso origen.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
Horario
El Museo de la Guardia Civil está abierto de lunes a viernes desde las 9:00 a las 14:00.
En caso de visitas de más de 5 personas, es necesario reservar con antelación por correo electrónico (dg-estuhistoricos-registro@guardiacivil.org), o por teléfono (91 514 60 00, extensiones 48495 y 48477)
No está permitida la realización de fotografías. Si quieres sacar alguna, tienes que solicitarlo por correo electrónico a través de la cuenta anterior.
Duración
Las visitas individuales o para menos de 5 personas son no guiadas. En el caso de más de cinco personas sí que son guiadas (hay que reservar previamente). En cualquier caso, se facilita una guía, algo escueta, que, complementada con las descripciones de los diversos objetos, es suficiente para entender cada elemento del museo
Si vas viendo con cierto detenimiento los fondos del museo, tardarás aproximadamente una hora, u hora y media, en recorrerlo.
Precio
Gratis total.
¡ QUIERO SABER MÁS !
Si quieres aprender más sobre el Museo de la Guardia Civil o sobre el propio cuerpo de la Benemérita, puedes realizar lo siguiente:
- Visita la web del Museo, donde hay muchas fotos y detalles adicionales
- También en el blog Museos Militares y Policiales puedes ver más fotografías y detalles del Museo
- Santiago García Sánchez tiene la mayor colección privada de objetos de la Guardia Civil y ocasionalmente realiza exposiciones temáticas. Échale un vistazo a su web.
- Puedes seguir las actividades de la Guardia Civil a través de sus páginas en Facebook, Twitter, o incluso Tumblr
- También en Flickr y Youtube publican un montón de fotografías y vídeos sobre sus actividades
- Posiblemente, la mejor web sobre la historia de la Guardia Civil y el bandolerismo en España sea ésta. ¡Impresionante!
- También en la misma web anterior tienes una artículo muy extenso con toda la historia del Cuerpo de Carabineros.
- En este blog hemos visitado otros museos policiales. Échales un ojo, que molan.
IMÁGENES
Todas las fotografías han sido tomadas por el autor de este blog, excepto las siguientes:
- (1) – Web de RTVE – Ministerio del Tiempo.
- (2) – By Unknown – Libro de texto Andalucía Historia 2 Bachillerato. Anaya. 2005, Public Domain,
- (3) – De Vinkhuijzen, Hendrik Jacobus — Collector – The Vinkhuijzen collection of military uniforms / Spain from the NYPL Digital Gallery, Dominio público,
- (4) – De Desconocido – http://www.oronoz.com/muestrafotostitulos.php?pedido=DUQUE&tabla=Claves, Dominio público,
- (5) – By B25es – Own work, CC BY-SA 4.0,
- (6) – Exposición virtual Infogoya 96
- (7) – De Jlbezares – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
- (8) – De Dionisio Fierros Álvarez (1827-1894) – [1], Dominio público,
- (9) – De Alphonse Bertillon (1853-1914) – Michel Frizot, Serge July, Christian Phéline, Jean Sagne : Identités : de Disderi au photomaton, éditions Photo Copies – Centre National de la Photographie, Paris, 1985, p.61., Dominio público,
(c) – Guía del Turista Friki – Miguel del Pino – 2017
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