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Museo de la Homeopatía

Madrid

La homeopatía es una pseudociencia, que sólo cura dolencias menores, debido al efecto placebo que provoca en los pacientes. En el antiguo hospital homeopático de San José de Madrid se encuentra el Museo de la Homeopatía, donde podremos conocer la historia de esta práctica en España, desde su introducción en el Siglo XIX.

HAHNEMANN Y LA HOMEOPATÍA

Samuel Hahnemann nació en la ciudad de Meissen (Electorado de Sajonia) en 1755. Tras estudiar medicina en Leipzig, se instaló en 1781 como médico en el pueblo minero de Mansfeld. Allí se dio cuenta de que la mayoría de los remedios médicos que se aplicaban, causaban más daño del que quitaban.

 

Museo de la Homeopatía - Retrato de Samuel Hahnemann (1).
Retrato de Samuel Hahnemann (1).

 

Prácticas absurdas como las sangrías, purgas y dietas extremas eran utilizadas sin ningún rigor científico. Otros remedios, como las famosas triacas, se fabricaban sin mucho control y con ingredientes sorprendentes, como la carne de víbora, o la arcilla.

 

Museo de la Homeopatía - Médico practicando una sangría (2).
Médico practicando una sangría (2).

 

En 1784, Hahnemann, decepcionado, abandona la medicina y comienza a trabajar traduciendo obras científicas (además del alemán, dominaba otros 9 idiomas). Fue mientras traducía el libro «A Treatise on the Materia Medica» del médico escocés William Cullen, cuando leyó que la corteza del arbusto sudamericano cinchona (por cierto, este nombre se lo puso el gran Linneo en homenaje a la Condesa de Chinchón) era muy efectivo para el tratamiento de la malaria.

 

Museo de la Homeopatía - Corteza de la cinchona, utilizada por los indios peruanos para curar la malaria, por su alto contenido en quinina.
Corteza de la cinchona, utilizada por los indios peruanos para curar la malaria, por su alto contenido en quinina.

 

Como a Hahnemann esto de la cinchona le resultaba inverosímil, decidió ingerir la corteza para comprobar sus efectos. Lo que experimentó (conocido hoy como cinconismo, o intoxicación por quinina) fueron unos síntomas que le resultaron parecidos a los que provoca la malaria. Este hecho le llevó a postular la teoría de los similares, u homeopatía (literalmente, en griego, igual padecimiento), por el que afirmaba que las sustancias que producen un mismo síntoma que la enfermedad, son capaces de curarla. ¡ Toma ya !

 

Museo de la Homeopatía - Sello conmemorativo de los 200 años de la homeopatía, con el lema "lo similar cura lo similar".
Sello conmemorativo de los 200 años de la homeopatía, con el lema «lo similar cura lo similar».

 

Dado que las dosis altas de las sustancias que causan efectos similares sólo agravarían los síntomas, la segunda suposición que hizo Hahnemann fue pensar que si diluía estas sustancias en agua, o alcohol, conservaría la «esencia curativa», sin afectar negativamente al paciente. Para potenciar la energía vital de la sustancia diluida, estableció que había que dar diez golpes secos a la mezcla (sucusión).

 

Museo de la Homeopatía - Daguerrotipo de Hahnemann de 1841 (5).
Daguerrotipo de Hahnemann de 1841 (5).

 

Otra de las suposiciones de Hahnemann fue suponer que los síntomas externos son provocados por unas entidades infecciosas internas al enfermo llamadas miasmas, que serían la causa de los padecimientos del enfermo, desde un resfriado, a una depresión, o un cáncer. Hahnemann definió tres miasmas (psora, sycosis y siphillis) y sus seguidores añadieron otras dos más (tuberculinum y carcinosinum).

 

Museo de la Homeopatía - Hasta la aparición de la microbiología, a las enfermedades se las dotaba de personalidad propia. La imagen representa una plaga de peste (6)
Hasta la aparición de la microbiología, a las enfermedades se las dotaba de personalidad propia. La imagen representa una plaga de peste (6)

 

Todo el conocimiento homeopático de Hahnemann lo plasmó en el libro «Organon del arte de curar», aún muy apreciado entre los actuales homeópatas.

 

¿EN QUÉ CONSISTE LA  MEDICINA HOMEOPÁTICA?

La medicina homeopática consiste en la realización de las siguientes tareas por parte del especialista homeopático.

Consulta homeopática

El especialista (me niego a llamarle médico, aunque en muchas ocasiones sí que tienen esta titulación) hará un montón de preguntas al paciente, no sólo acerca de los síntomas que padece, sino, especialmente, de su vida, su ámbito más cercano, sus emociones, estado físico, ánimo, etc. Todas estas preguntas sirven para encontrar los síntomas adecuados de un determinado remedio.

 

Museo de la Homeopatía - Homeópatas pasando consulta en el Hospital de San José.
Homeópatas pasando consulta en el Hospital de San José.

 

Selección de ingredientes

Una vez clasificados los síntomas, el especialista consultará varios repertorios de remedios, hasta encontrar las sustancias que deberían causar esos mismos síntomas. Dichos ingredientes son el resultado de las pruebas que han realizaron un montón de homeópatas a lo largo de los siglos XIX y XX, para los que anotaban escrupulosamente los síntomas que provocaban.

 

Los ingredientes activos que utilizan los homeópatas son de lo más variado y, aparentemente peligrosos, ya que, si se ingirieran tal cual, provocarían efectos adversos en el paciente. Entre los ingredientes homeopáticos podemos encontrar: cacas (tal cual), arsénico, sangre, todo tipo de minerales, vegetales, venenos de animales, etc.

 

Museo de la Homeopatía - Anda que no hay frasquitos con todo tipo de productos para fabricar mezclas.
Anda que no hay frasquitos con todo tipo de productos para fabricar mezclas.

 

Por ejemplo, para las alergias que provocan lagrimeo, los homeópatas utilizan cebolla (Allium cepa), para las diarreas, caca de perro (excrementum caninum), café para curar el insomnio (coffea cruda) y así uno tras otro.

Una vez seleccionados los ingredientes, se mezclan, formando lo que los homeópatas llaman tintura madre.

 

Fabricación de disoluciones

Hahnemann pensaba que al disolver las sustancias activas en agua, éstas transmitían al agua su «espíritu y esencia curativa». De esta forma, los homeópatas disolvían esta mezcla de sustancias (tintura madre) en agua, o alcohol, siguiendo unas proporciones definidas. Existen dos escalas principales de disolución. La escala C (creada por Hahnemann) consiste en mezclar 1 parte de ingrediente (soluto) en 99 de agua (disolvente) en cada paso. Es decir, mezclaríamos una gota de sustancia activa en 99 gotas de agua, o de alcohol y tendríamos así una disolución 1C.

 

Museo de la Homeopatía - Número de moléculas de tintura madre que quedarían en cada tipo de disolución homeopática.
Número de moléculas de tintura madre que quedarían en cada tipo de disolución homeopática.

 

Una disolución 2C consistiría en coger 1 gota de una disolución 1C y mezclarla a su vez con 99 gotas de agua, o alcohol y así hasta los 30C que utilizaba Hahnemann. Un cálculo básico con el número de Avogadro nos permite ver que a partir de una disolución 12C, estadísticamente ¡ya sólo hay agua!

Existe otra escala, denominada D, o X, que es una escala decimal. Es decir, por cada gota de soluto hay que poner 9 de disolvente. Es decir, una disolución 4X contiene 1 gota de principio activo y 9.999 gotas de agua. Entre los seguidores de Hahnemann había muchos médicos de verdad, a los que las disoluciones en escala C no les terminaban de convencer y eran más partidarios de utilizar la escala X. Estas dos no son las únicas escalas, pero sí las más utilizadas.

 

Dinamización

Aunque Hahnemann no conocía, obviamente, la teoría atómica, no le sonaba del todo bien el que algo pudiera disolverse indefinidamente en agua y mantener sus propiedades. Así que se le ocurrió que, para aumentar la transferencia del «poder curativo» de las sustancias al agua, había que dar unos cuantos golpes a la disolución, para dinamizarla. A este procesó de golpear la mezcla para «dinamizar» el espíritu de la tintura madre lo denominó «sucusión».

La sucusión la realizan los homeópatas dando un golpe de arriba a abajo con la disolución sobre una superficie dura. No hay consenso acerca del número de golpes con los que hay que sucusionar las mezclas homeopáticas, pero 10 golpes parece ser lo más utilizado.

Por lo tanto, a partir de un principio activo, disolviéndolo varias veces en agua y dándole unos cuantos golpes al envase, conseguimos que el agua obtenga las propiedades «curativas» del principio activo.

 

Veamos un ejemplo

Vamos a analizar la composición de uno de los medicamentos homeopáticos para curar la alergia. En concreto, utilizaremos un producto para la alergia, que se puede comprar en diversas farmacias y parafarmacias.

 

Museo de la Homeopatía - Composición de un "medicamento" para la alergia con 30 CH (30 disoluciones centesimales de Hahnemann)
Composición de un «medicamento» para la alergia con 30 CH (30 disoluciones centesimales de Hahnemann)

 

Han cogido pólenes de muchas plantas a partes iguales (Aa), los han diluido en una microgota de 0,01 ml de agua (c.s.p. = cantidad suficiente para) y, a continuación, han comenzado a diluirlo 30 veces con escala C de Hahnemann. Por último, han usado una gota de ese agua y la han mezclado con azúcar (sacarosa y lactosa).

 

 

¿POR QUÉ TUVO ÉXITO LA HOMEOPATÍA?

En la época de Hahnemann los remedios médicos eran más dañinos que la propia enfermedad. Los médicos no sólo aplicaban sangrías, purgas, o dietas extremas, sino que usaban como medicinas mercurio, opio, alcanfor, tabaco, o campos magnéticos. De algunos médicos se decía que ¡habían matado más gente que muchas guerras!

 

Museo de la Homeopatía - Aunque unos años posterior a Hahnemann, John Kellogg, el de los cereales, se dedicaba a meter litros de agua y yogur por el recto a todos sus pacientes (7).
Aunque unos años posterior a Hahnemann, John Kellogg, el de los cereales, se dedicaba a meter litros de agua y yogur por el recto a todos sus pacientes (7).

 

Es normal que Hahnemann tuviera éxito. Muchas enfermedades las cura el propio cuerpo humano (gripes, resfriados, cólicos, indigestiones, intoxicaciones, fiebres, pequeñas depresiones, etc.) y Hahnemann simplemente les estaba dando agua, en lugar de supuestas medicinas de dudosa utilidad. A esto se sumaba el efecto placebo que producía en los pacientes toda la parafernalia homeópata, además de la desaparición del posible efecto nocebo de los medicamentos de entonces.

Otro de los méritos de la homeopatía es que fueron los primeros en realizar algo parecido a los ensayos clínicos, ya que anotaban minuciosamente todo lo referente a las propiedades de los principios activos, realizando estudios pormenorizados de los sujetos en estudio, como se puede ver en la siguiente imagen tomada en el Museo de la Homepatía.

 

Museo de la Homeopatía - Los homeópatas eran muy meticulosos en sus estudios y publicaban todo. Por cierto, ¿qué hace un libro de cálculo de probabilidades en la vitrina? Está claro que no la aplicaban mucho.
Los homeópatas eran muy meticulosos en sus estudios y publicaban todo. Por cierto, ¿qué hace un libro de cálculo de probabilidades en la vitrina? Está claro que no la aplicaban mucho.

 

A medida que transcurría el Siglo XIX, los avances en química, física y biología hicieron que avanzara considerablemente la medicina y la farmacia, haciendo que los remedios homeopáticos quedaran, a principios del Siglo XX, relegados casi al olvido.

 

Museo de la Homeopatía - Louis Pasteur, uno de los padres de la microbiología, en su laboratorio (8).
Louis Pasteur, uno de los padres de la microbiología, en su laboratorio (8).

 

 

LA HOMEOPATÍA COMO PSEUDOCIENCIA

A la homeopatía la califican como pseudociencia debido a lo siguiente:

1 – «Lo similar cura lo similar». No sólo no existe la más mínima evidencia científica, sino que no tiene ninguna lógica. Es tan absurdo como si alguien dijera «los alimentos cuyo nombre empieza por una letra curan las enfermedades cuyo nombre comienza por esa misma letra«.

2 – «Las disoluciones en agua mantienen la memoria de los principios activos». El agua no tiene «memoria» y, tras una disolución 12C, ya no hay ningún átomo de la sustancia original. Sólo agua.

 

Museo de la Homeopatía - En muchas ciudades se suelen organizar "suicidios homeopáticos", en los que se consumen ingentes cantidades de los supuestos medicamentos, para demostrar su inocuidad (10).
En muchas ciudades se suelen organizar «suicidios homeopáticos», en los que se consumen ingentes cantidades de los supuestos medicamentos, para demostrar su inocuidad (10).

 

3 – No existe ni un sólo estudio serio (p. ej. pruebas de doble ciego) de que algún medicamento homeopático tenga efectividad. Ninguno en 200 años de historia.

4 – Por último, la homeopatía no es mala en sí misma y tomarla no te va a hacer daño (salvo para tu bolsillo), ya que es agua (o azúcar, si son pastillas). El principal problema de la homeopatía es que puedas llegar a abandonar la medicina científica y dejes de tratar tu enfermedad, o peor aún, que lo hagas con alguna persona a tu cargo.

Lo único bueno de la homeopatía es que se presta muy bien a parodias, como el siguiente vídeo homeopático.

 

 

 

El resurgir de la homeopatía

Si la homeopatía había llegado casi a desaparecer, gracias al desarrollo de la medicina científica, ¿cómo es posible que cada vez haya más personas que crean en esto?

En algunos sitios he leído que el auge de la homeopatía está relacionado con el crecimiento de la cultura new age, que hizo aumentar la práctica de todo tipo de remedios mágicos. Al mismo tiempo que aumentaba el número de personas que creía en energías misteriosas, auras, chakras e imposiciones de manos, también lo hacía el de aquellas que creían en la homeopatía, las flores de Bach, el reiki, o las terapias cuánticas.

 

Museo de la Homeopatía - Los remedios florales de Bach tienen la ventaja (para los que las venden) de que ni siquiera te los tiene que recetar un homeópata (9)
Los remedios florales de Bach tienen la ventaja (para los que las venden) de que ni siquiera te los tiene que recetar un homeópata (9)

 

Además de lo anterior, creo que otra de las causas podría ser, precisamente, la eficacia de la medicina científica. Hemos conseguido ser tremendamente precisos en el diagnóstico de muchísimas enfermedades, pero aún no tenemos curación para muchas de ellas.

Por ejemplo, podemos diagnosticar un cáncer de páncreas a una persona, indicarle cuanto tiempo le queda de vida y cuáles van a ser las fases de su enfermedad hasta su muerte, pero todavía no podemos curarlo. En todas esas circunstancias, es normal que los pacientes busquen cualquier remedio.

 

Museo de la Homeopatía - Cartel con información sobre consultas para cáncer en la entrada del Hospital de San José.
Cartel con información sobre consultas para cáncer en la entrada del Hospital de San José.

 

EL HOSPITAL HOMEOPÁTICO DE MADRID

La homeopatía se propagó por toda Europa rápidamente. En 1845 se funda en Madrid la Sociedad Hahnemanniana Matritense (SHM), para difundir la homeopatía en España, siendo su primer Presidente D. José Núñez Pernía. En el Boletín de esta sociedad podemos ver cómo en sus editoriales ya se defendían de los ataques continuos que recibía la homeopatía, lo cual indica que no tuvo una aceptación muy grande entre la comunidad médica.

 

Museo de la Homeopatía - Los homeópatas no gozaban de buena reputación entre los médicos del Siglo XIX.
Los homeópatas no gozaban de buena reputación entre los médicos del Siglo XIX.

 

La SHM realizó una suscripción popular para la construcción de un hospital homeopático en Madrid, para lo que sólo consiguió recaudar un tercio del coste total. El resto lo aportó de su bolsillo Núñez Pernía. El edificio fue diseñado por el arquitecto José Segundo de Lema y fue construido entre los años 1873 y 1878. El Instituto Homeopático y Hospital de San José comenzaría a andar el 5 de abril de 1878.

 

Museo de la Homeopatía - Carta solicitando fondos para la creación del Hospital Homeopático.
Carta solicitando fondos para la creación del Hospital Homeopático.

 

El objetivo del Hospital de San José fue desde el principio atender a los enfermos pobres de la ciudad que decidieran tratarse homeopáticamente, además de centro de difusión de la doctrina homeopática. Núñez Pernía (por cierto, I Marqués de Núñez, otorgado por Isabel II) encargó a las Siervas de María de Sta. María Soledad Torres Acosta la atención del hospital.

Anexo al Hospital de San José se encuentra el Palacete del Marqués de los Salados, construido en 1884 por Joaquín Núñez Pernía (hermano del fundador del Hospital) y obra del arquitecto neomudéjar Emilio Rodríguez Ayuso, que diseñó la actual Casa Árabe de Madrid (conocida antiguamente como Escuelas Aguirre). En este palacete es donde se ubicó el Instituto Homeopático, así como la SHM y, actualmente, el Museo de la Homeopatía.

 

Museo de la Homeopatía - Edificio de las Escuelas Aguirre (hoy Casa Árabe), obra de Rodríguez Ayuso (11).
Edificio de las Escuelas Aguirre (hoy Casa Árabe), obra de Rodríguez Ayuso (11).

 

No se sabe por qué, las Siervas de María se retiraron del Hospital de San José en 1888 y su lugar lo ocuparon las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Las Hijas de la Caridad continuaron atendiendo el hospital hasta 1970, en que quedó como residencia de ancianos, languideciendo hasta que, en 1980, las monjas deciden trasladarse definitivamente a Buitrago de Lozoya, quedando el edificio del hospital abandonado.

 

Museo de la Homeopatía - Las Hijas de la Caridad estuvieron trabajando en el hospital durante casi cien años.
Las Hijas de la Caridad estuvieron trabajando en el hospital durante casi cien años.

 

A partir de ese año, el hospital sufre un tremendo abandono, no así el palacete. En 1994, el vigente Marqués de Núñez y heredero del fundador presenta una demanda para que el hospital y el palacete reviertan a su persona, ya que considera extinta la función que prestaban. A partir de ahí comienza una tremenda batalla legal entre los herederos (han aparecido varios) y el Instituto Homeopático.

El Instituto también juega sus cartas y, en 1997, consigue que la Comunidad de Madrid declare al hospital Bien de Interés Cultural y que un año después, la Comunidad de Madrid, con la colaboración de Bankiainviertan 3,3 millones de euros en su restauración, que finalizaría en 2010. Estas obras también darían como fruto la creación del Museo de la Homeopatía.

 

Museo de la Homeopatía - Acta de donación del Palacete y folletos con el resumen de la restauración del hospital.
Acta de donación del Palacete y folletos con el resumen de la restauración del hospital.

 

El proceso ha tenido varios juicios, sentencias, pruebas de ADN, fallecimientos y, entre medias, una restauración que hemos pagado todos de nuestro bolsillo y que quizá podría llegar a engrosar el patrimonio de un particular, sin que, de momento, esté claro quién o quiénes van a ser los dueños.

 

Museo de la Homeopatía - Placa conmemorativa de la inauguración de la restauración del hospital.
Placa conmemorativa de la inauguración de la restauración del hospital.

 

 

¿ CÓMO LLEGAR ?

El Hospital de San José está ubicado en la calle Eloy Gonzalo nº3, mientras que el Museo de la Homeopatía se encuentra ubicado en la calle Eloy Gonzalo nº5, en el Palacete del Marqués de los Salados.

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Si quieres ir en transporte público, tienes las estaciones de metro de Quevedo e Iglesia justo al lado.

 

LA VISITA AL MUSEO DE LA HOMEOPATÍA

El exterior

Lo primero que veremos será el exterior del Hospital de San José desde la reja restaurada, donde se puede leer «Instituto Homeopático y Hospital de San José«. Supongo que el texto será para que quede claro que los dos edificios van unidos y que nadie tenga la tentación de intentar quedarse, por ejemplo con el edificio del antiguo Hospital 🙂

 

Museo de la Homeopatía - Entrada principal al antiguo Hospital. La entrada actual es por el lateral del jardín.
Entrada principal al antiguo Hospital. La entrada actual es por el lateral del jardín.

 

Una vez dentro, nos encontraremos en el jardín del sanatorio, desde donde se puede admirar el hermoso edificio construido por  Segundo de Lema. Me recuerda bastante a la arquitectura colonial, lo cual quizá fuese la intención del arquitecto, ya que la calle Eloy Gonzalo se llamaba anteriormente calle de la Habana.

 

Museo de la Homeopatía - Fachada del edificio principal.
Fachada del edificio principal.

 

 

En el centro del jardín se encuentra la estatua de San José, patrono del hospital, detrás de la cual está enterrado el fundador de la Sociedad Hahnemanniana Matritense y del Hospital Homeopático, D. José Núñez Pernía.

 

 

El interior

Las dos plantas son muy similares, con un pasillo que las recorre tras una inmensa cristalera, que da una luz natural increíble, ya que el edificio está orientado al Sur. En la planta baja se encuentra la recepción y un par de carteles explicativos de la restauración efectuada.

 

 

Las habitaciones están perfectamente restauradas, aunque se echa en falta algo de mobiliario, o instrumental de época.

 

 

También podremos ver la antigua capilla y la salita donde se ubicaba la farmacia, que conserva algunos albarelos y remedios de la época. En cualquier caso, aunqu este edificio forma parte de la visita, el Museo de la Homeopatía no se encuentra aquí.

 

 

El Palacete del Marqués de los Salados

Los dos edificios están comunicados a través del jardín. El palacete, donde se ubica el Museo de la Homeopatía, es una obra neomudéjar de ladrillo muy vistosa. Se conserva en muy buen estado, ya que siempre ha sido la sede del Instituto Homeopático, aunque fue necesario remodelar la cubierta cuando se restauró el hospital.

 

Museo de la Homeopatía - Vista lateral del Palacete del Marqués de los Salados
Vista lateral del Palacete del Marqués de los Salados

 

El interior no es menos espectacular, ya que también se conserva en perfecto estado y con toda la decoración original de los familiares del primer Marqués de Núñez.

 

Museo de la Homeopatía - El palacete dispone de tres plantas, con un patio interior cubierto con cristalera.
El palacete dispone de tres plantas, con un patio interior cubierto con cristalera.

 

El Museo de la Homeopatía

En la planta baja del palacete se encuentra el Museo de la Homeopatía, propiamente dicho. Son dos salas y un distribuidor que recorren la historia de la homeopatía en España y de la Sociedad Hahnemanniana Matritense en particular.

 

 

Las salas del Museo de la Homeopatía están bien montadas, con grandes paneles explicativos acerca de la historia del hospital y la vida de los principales homeópatas españoles.

 

 

Uno de los distintivos de los médico homeopáticos de antaño eran sus maletines llenos de frasquitos. En el Museo de la Homeopatía se exponen varios maletines de homeópatas. A pesar de que estos médicos les dieran tanto sólo agua a los enfermos, tenía que ser espectacular ver al homeópata sacar toda la parafernalia de frasquitos y comenzar a realizar mezclas, disoluciones y sucusiones.

 

 

La colección mostrada en el Museo de la Homeopatía de preparados, compuestos y frascos de todo tipo es también muy representativa y está bien organizada.

 

 

Es también muy interesante el conjunto de aparatos y libros sobre electro-homeopatía, que se muestran en el Museo de la Homeopatía. Esta variante homeopática fue inventada por el conde italiano Cesare Mattei, que afirmaba que los seres vivos tenían diversas energías eléctricas vitales que él era capaz de activar mediante descargas eléctricas a los compuestos homeopáticos que usaba (o algo así). Mattei ganó mucho dinero con este «invento», ya que, entre otras cosas, afirmaba que su método curaba el cáncer.

 

 

Pero, sin duda, de lo que más hay en el Museo de la Homeopatía son libros, fotografías, recuerdos y documentos curiosos del hospital y de sus fundadores.

 

 

Por último, el guía nos mostró una fotografía de Einstein en una vitrina, lo cual fue seguido de varios «ooooh» por parte de los visitantes, que creían que era un patidario de la homeopatía.  Einstein, que hizo tantas contribuciones a la mecánica estadística, ¡ confundido como seguidor de esta pseudociencia !

 

Museo de la Homeopatía - Einstein durante su visita a la Universidad Central de Madrid, en la que se reunió con varios catedráticos.
Einstein durante su visita a la Universidad Central de Madrid, en la que se reunió con varios catedráticos.

 

Oh, wait. Si nos fijamos en los textos explicativos de la vitrina, veremos que la foto del Museo de la Homeopatía corresponde a la visita que hizo Einstein a Madrid en el año 1923, en la que se reunió con varios catedráticos de la Universidad Central. Entre ellos estaba el catedrático de Microbiología Francisco de Castro y Pascual (el primero por la izquierda) que también era farmacéutico del Hospital Homeopático. Vamos, que Einstein nunca apoyó la homeopatía en su visita a España, ni se reunió siquiera con un homeópata, sino con un microbiólogo.

 

INFORMACIÓN PRÁCTICA

Horario

El Museo de la Homeopatía sólo abre para realizar visitas guiadas y no hay fechas fijas en que éstas se realicen.

Hay que contactar a través del correo del museo museo@hospitalhomeopatico.es , o bien llamar por teléfono al 91 446 60 76, donde nos informarán cuándo es la siguiente visita.

 

Duración

La visita al Hospital dura unos 45 minutos, más otros 45 minutos adicionales de la visita al Museo de la Homeopatía. El día que visité el museo fue justo tras la publicación en el ABC del litigio del Hospital de San José y nos recibió amablemente el Patrono Secretario de la Fundación para contarnos su visión y la labor que realizan.

 

Precio

Totalmente gratis

 

¡ QUIERO SABER MÁS !

Si quieres aprender más sobre el Museo de la Homeopatía, la historia de la homeopatía y por qué es considerada una pseudociencia, puedes consultar lo siguiente:

  1. Para conocer cómo era la medicina en el Siglo XVIII y ver los remedios y tendencias en boga por aquel entonces, échale un vistazo a esta página web.
  2. La historia de la homeopatía viene bien contada aquí.
  3. En la web del Instituto Homeopático tienes mucho detalle de la historia de la institución.
  4. Sobre el conflicto de la herencia de los edificios (valorados en decenas de millones), además de los enlaces que he puesto en el texto, puedes ver aquí un resumen.
  5. En la siguiente página tienes una explicación de la homeopatía y en esta otra unas cuantas preguntas y respuestas en clave de humor.

 

IMÁGENES

Todas las fotografías han sido tomadas por el autor de este blog, excepto las siguientes:

(1) – Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=579675

(2) – De BurnsArchiveThis photo is from the collection of the Burns Archive.Requested attribution: The Burns Archive – Burns Archive via Newsweek, 2.4.2011., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=14762725

(3) – https://en.wikipedia.org/wiki/Cinchona#/media/File:Cinchona_officinalis_001.JPG

(4) – https://de.wikipedia.org/wiki/Datei:Stamp_Germany_1996_Briefmarke_Homöopathie_Samuel_Hahnemann.jpg

(5) – https://en.wikipedia.org/wiki/Samuel_Hahnemann#/media/File:Samuel_Hahnemann_1841.jpg

(6) – https://commons.wikimedia.org/wiki/File:The_Plague,_1898.jpg?uselang=fr

(7) – https://en.wikipedia.org/wiki/File:John_Harvey_Kellogg_ggbain.15047.jpg

(8) – De Albert Edelfelt – Fotografía originally posted on Flickr as Albert EDELFELT, Louis Pasteur, en 1885. Date of generation: 27 de agosto de 2009. Photographed by Ondra Havala. Modifications by the uploader: perspective corrected to fit a rectangle (the painting was possibly distorted during this operation), frame cropped out., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=10874424

(9) – https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Suicidio_homeopático_2011_en_Santiago_de_Chile.jpg?uselang=ca

(10) – By Casey West from Pittsburgh – Smelling the flowers, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2456062

(11) – By Luis García, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6225693


(c) – Guía del Turista Friki – Miguel del Pino – 2017

3 comentarios en «Museo de la Homeopatía»

  • Pingback: Museo de la Homeopatía - Guía del...

  • Magnífico artículo, pero hay un error importante: en casi todos los casos (sino todos) en los que hablas de DISOLUCIONES, en realidad, se trata de diluciones. Una dilución es una disolución a la que se le añade líquido. Son, por tanto, diluciones homeopáticas. Y menos mal, porque si fueran disoluciones, más de uno palmaría con lo que lleva eso. Por suerte, al diluirlo (no disolverlo) hasta esos niveles, no queda ni una molécula de la caca de perro, arsénico o cualquier barbaridad que decidan echarle.

    Respuesta
    • Pues tiene Vd. toda la razón. Lo corrijo en cuento pueda. Muchas gracias por la apreciación.

      Respuesta

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